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jueves, octubre 04, 2007

De la edad, el tiempo y otras chorradas

Es increíble lo bien pensadas que están las cosas en el planeta Tierra. De verdad. O es todo coincidencia o es que está todo muy bien pensado.

Por ejemplo, la edad y el tiempo. Si os fijáis, en la Tierra la edad y el tiempo van perfectamente coordinados: ¿cuánto tarda un terrícola en cumplir un año? ¡Exactamente un año! Claro, a vosotros que sois terrícolas y estáis acostumbrados, os parece lo normal. Pero a mí no.

Yo es que vengo de una galaxia muy distinta. Estamos muy cerca de la Tierra, es cierto. A tiro de piedra. Bueno, a tiro de meteorito, que es así como creo que llamáis a las piedras que suelo tiraros cuando me aburro. Pero, aparte de estar cerca, mi galaxia y la vuestra no tienen nada que ver.

Mi galaxia se llama "Desbarajuste 5.14" y es muy antigua. No antigua porque sea muy vieja o exista hace mucho tiempo, sino antigua en su aspecto, en sus formas, en sus costumbres. En mi galaxia, para que os hagáis una idea, la gente no tiene Internet, las televisiones no se pelean por dar el fútbol gratis o en pay-per-view, las telenovelas de moda son Dinastía y Santa Bárbara y el Madrid aún no ha ganado la Séptima Copa de Europa... aunque probablemente la gane este año porque al parecer ese tal Benito Floro que se han traído es un fenómeno, el tío.

Bueno, me estoy yendo por las ramas, pero la cuestión es que lo que quería explicaros, amigos terrícolas, es que en Desbarajuste 5.14, la edad y el tiempo no tienen nada que ver. Cada uno va a su bola. Así, hay desbarajustianos que envejecen más rápido que otros con independencia del tiempo que pase. Como os imaginaréis, siendo así las cosas, la fecha de nacimiento carece de importancia alguna, a pesar de lo cual es obligatorio ponerla en el carné de identidad lo cual es muy molesto, sobre todo porque el carné te lo esculpen en la frente con mazo y cincel (ya os dije que mi galaxia era muy antigua).

Una cosa curiosa es que, generalmente, los gordos envejecen más lentamente y son más jóvenes y lozanos que los no gordos. No sé si tiene algo que ver o si se puede sacar alguna conclusión de ello, pero el caso es que es así.

Una vez hubo una persona que envejeció un año justo cuando había transcurrido un año. Como imaginaréis, organizamos una fiesta de primera para celebrarlo. Incluso hay una leyenda, profecía o como queráis llamarlo, que habla de un Mesías que podrá ser reconocido porque hasta los 12 años envejecerá al mismo ritmo que transcurre el tiempo, por lo que su edad coincidirá con el tiempo transcurrido desde su concepción. A los 12 años, el supuesto Mesías envejecerá 800 años en sólo dos nanosegundos con lo que su vida y milagros, muerte y resurrección pasarán inadvertidas y desaparecerá sin dejar huella en la historia de Desbarajuste 5.14. Vaya mierda de Mesías, pensaréis. Pues sí.

Como edad y tiempo son variables inconexas, en Desbarajuste 5.14 la línea que separa la concepción del nacimiento es fina y borrosa. En realidad, los desbarajustianos, al igual que los terrícolas, requerimos de un período de gestación (que, en nuestro caso, trascurre en el interior del vientre del abuelo) cercano a un año antes de poder nacer al mundo con garantías de supervivencia. Pero es muy común que el feto desbarajustiano envejezca un año en cuestión de segundos, en cuyo caso coito, concepción y alumbramiento son simultáneos, dando lugar a situaciones embarazosas, violentas e incluso traumáticas. Otras veces el feto envejece todavía más con lo cual lo que le sale de dentro del vientre del abuelo es un desbarajustiano que podría ser su abuelo.

Estos envejecimientos repentinos tienen su gracia. Por ejemplo, si ves las Olimpiadas de Desbarajuste 5.14 son de traca. Es muy habitual que durante el transcurso de una prueba, uno de los atletas envejezca de repente varios años viéndose afectado su rendimiento para mal (porque le sobrevenga la vejez) o para bien (porque alcance su madurez y plenitud física). Precisamente por esta razón, hay padres que ponen a sus hijos pequeños a competir con adultos, en la esperanza de que crezcan lo suficientemente rápido durante la prueba como para alcanzar la victoria. Y para eso les entrenan desde pequeñitos para aprender a crecer muy, muy rápido.

También hay gente a la que le ocurre lo contrario: que rejuvenece de repente, como por arte de birlibirloque. A este tipo de personas les consideramos enfermos y les tratamos como tales, encerrándolos a todos juntos bajo llave. Desde el máximo respeto y cariño, eso sí. Pensaréis que somos crueles por ello, pero de verdad que no tienen tratamiento: lo que indefectiblemente les acaba ocurriendo a todos es que rejuvenecen tanto que acaban pasando otra vez a su forma fetal original para, finalmente, convertirse en espermatozoides. El proceso es muy impresionante de ver, pero al final lo que te encuentras es un charco de semen mondo y lirondo, como si alguien se hubiese estado masturbando o algo. En fin, todo muy desagradable como veis.

En total: que mi galaxia es un tostón y que yo quiero venirme a vivir a la Tierra, que se está mucho más a gusto...

He dicho!