Hay que saludase!

martes, mayo 29, 2007

CERDITA Y EL MACHO PRECOZ: UNA HISTORIA DE AMOR

Por una vez no voy a hablar de mí, amigos. Ni en broma (como a vosotros os gusta) ni en serio (como a mí me gusta). Hoy voy a hablar de vosotros. ¡Alegraos, pues, amigos míos, porque hoy es vuestro día en el mundo de mi superblog!

Sois muchos los que me leéis, lo sé. Tantos, que a muchos de vosotros ni siquiera os conozco. Pues precisamente es a aquéllos de vosotros a los que no conozco a quienes os toca ser hoy los protagonistas.

Seguro que entre todos los que leen mi superblog hay alguno que se llama Luis, ¿me equivoco? Y seguro que también hay alguna que se llama Cerdita, ¿sí o no?

A Luis (más conocido como "El Macho Precoz" por la precocidad de que hace gala en casi todas las facetas de su vida, empezando por el coito) siempre le ha gustado Cerdita.

Cerdita, haciendo honor a su nombre, es una chica regordeta y mofletuda. Así nació y así se morirá: regordeta y mofletuda... y algo bajita. Tanto es así que, cuando nació, el medico le espetó a la madre enérgica y autoritariamente: "Señora, le prohíbo que llame a su hija "Parcela" (que así es como quería la madre que se llamara). Con ese aspecto, esta niña ha de llamarse necesariamente "Cerdita". Y cuando cumpla los 30, habrá de llamarse "Cerda". No se hable más. No queda otro remedio". Cerdita aún no ha cumplido los 25, así que todavía le quedan más de 5 años para llegar a ser "Cerda".

El que a "El Macho Precoz" le haga tilín una chica (?) como Cerdita va, de todo punto, en contra de su naturaleza. Y es que, aunque El Macho Precoz tampoco es precisamente lo que se dice un regalo para la vista de mujeres, gays, mujeres transexuales y hombres transexuales gays (que de todo hay en la viña del Señor...), el chico no es tonto y siempre le han gustado las mujeres que están muy buenas. No como Cerdita, que es regordeta, mofletuda y bajita.

Aún así, El Macho Precoz vive prendado de Cerdita desde hace ya más de dos días. Es un amor sincero y, por tanto, bonito. No es recíproco porque Cerdita no puede amar. O eso dicen los médicos. Dicen que cuando Cerdita cumpla los 30 y ya sea Cerda podrá hacer otras cosas (refiriéndose eufemísticamente al coito), pero amar no. En cualquier otro caso, esto le habría bastado a El Macho Precoz, quien habitualmente se conforma con una ración de sexo ("Uno rápido y a dormir" ha sido siempre su leitmotiv). Pero con Cerdita todo es distinto: El Macho Precoz no desea su cuerpo (nadie lo desearía) sino que anhela su corazón. Y eso que ni siquiera la conoce. El Macho Precoz se limita a observarla. La visión de El Macho Precoz escondido y observando a Cerdita desde la distancia es lo más parecido que he visto yo a un documental de Rodríguez de la Fuente. Sobrecogedor.

Probablemente esta historia de amor nunca llegue a nada y El Macho Precoz se quede compuesto, sin novia y sin un mal polvo que llevarse a la boca.

Pero así son las historias de amor verdadero, ¿no?

He dicho!